Estrella en
alto
Efraín
Huerta
En
el taller del alma maduran los deseos,
crece,
fresca y lozana, la ternura,
imitando
tu sombra,
inventando
tu ausencia
tan
honda y sostenida.
Hoy
te sueño,
amante:
estrella
en alto, huella
de
una violeta lenta.
Oscuramente
bella la soledad germina en torno de mi cuerpo.
Hoy
te sueño, amante:
jugamos
a la brisa y al frío.
Tu
nombre suena como tibia pureza inimitable.
Y
del cielo a la tierra,
de
aquella estrella en alto al dulce ruido de tu pecho,
bajan
con inefable rapidez
y
como espuma roja
apresurados
besos,
recios
besos,
crueles
besos de hielo en mi memoria.
Un
grito de agonía, una blasfemia
vuelve
grises tus senos,
y
mi sueño,
y
esa noble fragancia de tu sexo.
¿Qué
esperamos, hermana,
de
esta reciente aurora
que
nos fatiga tanto?
Mira
la estrella,
es
blanca, no es azul.
Mírala,
y que tus ojos perduren como rosas perfectas.
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