Adiós
Alfonsina
Storni
Las cosas
que mueren jamás resucitan,
las cosas
que mueren no tornan jamás.
¡Se quiebran
los vasos y el vidrio que queda
es polvo por
siempre y por siempre será!
Cuando los
capullos caen de la rama
dos veces
seguidas no florecerán...
¡Las flores
tronchadas por el viento impío
se agotan
por siempre, por siempre jamás!
¡Los días
que fueron, los días perdidos,
los días
inertes ya no volverán!
¡Qué tristes
las horas que se desgranaron
bajo el
aletazo de la soledad!
¡Qué tristes
las sombras, las sombras nefastas,
las sombras
creadas por nuestra maldad!
¡Oh, las
cosas idas, las cosas marchitas,
las cosas
celestes que así se nos van!
¡Corazón...
silencia!... ¡Cúbrete de llagas!...
-de llagas
infectas- ¡cúbrete de mal!...
¡Que todo el
que llegue se muera al tocarte,
corazón
maldito que inquietas mi afán!
¡Adiós para
siempre mis dulzuras todas!
¡Adiós mi
alegría llena de bondad!
¡Oh, las
cosas muertas, las cosas marchitas,
las cosas
celestes que no vuelven más! ...
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