A veces uno
toca el cuerpo
Homero
Aridjis
A
veces uno toca un cuerpo y lo despierta
por
él pasamos la noche que se abre
la
pulsación sensible de los brazos marinos
y
como al mar lo amamos
como
a un canto desnudo
como
al solo verano
Le
decimos luz como se dice ahora
le
decimos ayer y otras partes
lo
llenamos de cuerpos y de cuerpos
de
gaviotas que son nuestras gaviotas
Lo
vamos escalando punta a punta
con
orillas y techos y aldabas
con
hoteles y cauces y memorias
y
paisajes y tiempo y asteroides
Lo
colmamos de nosotros y de alma
de
collares de islas y de alma
Lo
sentimos vivir y cotidiano
lo
sentimos hermoso pero sombra.
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