Estrofas en torno de un
amor menguante
Renato Leduc
Luna
impoluta que miré de niño
rodar
entre el verdor de la arboleda;
verso
primero escrito sin aliño
amor
primero del que nada queda.
Sueños
de gloria y esperanza incierta,
viajes
absurdos de la fantasía
y
penetrar al cielo por la puerta
estrecha
del dolor, sin alegría.
Confín
violáceo del venusto monte,
fogata
temblorosa que agoniza,
neblina
que confiere al horizonte,
grises
de perla o grises de ceniza.
Turbia
serenidad que otrora tuve,
perdida
ya para fortuna mía.
Desgarradora
condición de nube
ardida
al rojo blanco, pero fría.
Marino
afán de corregir el rumbo
que
Dios imprime a la perdida barca,
y
quedar a merced de viento y tumbo
sobre
la inmensa superficie zarca.
Cándida
confesión que no hice nunca,
amor
buscado y nunca conseguido,
poema
nunca escrito, vida trunca,
vuelo
en el acto de arrancar, fallido.
Discreta
como usted, como usted blonda,
la
media luz de los atardeceres.
Menguante
amor prendido de la honda
noche
con diamantinos almeres.
Todo
el candor que nos quitó la vida,
toda
la fuerza que nos dio el dolor,
todo
es ahora luz desvanecida,
tibieza,
soledad, último amor...
No hay comentarios.:
Publicar un comentario