Un
pajarito me lo dijo. Salió de su jaula y sacó cinco papelitos, uno de ellos era
ese secreto. Ahora me toca callármelo y seguir preguntándole a los pajaritos si
están a gusto en sus jaulas, si los alimentan bien, si no pasan frío por las
noches y si volarán un día para regar esos secretos sobre aquel que se
encuentren en el camino.
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