Son las ganas de
besarte pausadamente, como para aprender de la humedad de tus labios; como para
olvidar ahí, que hay un mundo caótico que nos reclama.
Son las ganas de
ser, pero de ser sin dudas, sin juicios,
en una tarde calma que no existe, que no es; pero que mi imaginación construye
una y otra vez.
Son las ganas de
abandonar las ganas de besarte y de ser, las ganas de aceptar que quizá lo más
bonito ya pasó y ahora somos esto, de aceptar que somos así y que en algún
punto mentimos; que la distancia se hace menor pero el abismo crece.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario