Cupido
sale de casa, alas rotas, intenta volar, no puede, pide ayuda, no tiene, llora
un poco; Cupido regresa, redacta unas líneas, queja ante el sistema de control
de alas, las suyas defectuosas, es día importante. Cupido tiene que volar,
espera, no llega respuesta, espera varios días, no llega respuesta, meses, al
fin recibe un sobre, la respuesta: no hay alas de repuesto; entonces Cupido no
se detiene, salta por la ventana, vuela por encima de los mortales, uno que
otro lo admira, otros en realidad lo odian, a él no le importa, eso no le
importa, se conforma con volar, vuela rumbo a la fábrica de alas, su venganza
un día como hoy apenas comienza.
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