Soneto de la
guirnalda de rosas
Federico
García Lorca
¡Esa
guirnalda! ¡pronto! ¡que me muero!
¡Teje
deprisa! ¡canta! ¡gime! ¡canta!
que
la sombra me enturbia la garganta
y
otra vez viene y mil la luz de enero.
Entre
lo que me quieres y te quiero,
aire
de estrellas y temblor de planta,
espesura
de anémonas levanta
con
oscuro gemir un año entero.
Goza
el fresco paisaje de mi herida,
quiebra
juncos y arroyos delicados.
Bebe
en muslo de miel sangre vertida.
Pero
¡pronto! Que unidos, enlazados,
boca
rota de amor y alma mordida,
el
tiempo nos encuentre destrozados.
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