Miel,
aceite
Tomas
Segovia
Una
mancha de miel tiñe la luz
Al
tocar la ciudad
Que
aun dormida elabora
Desde
aquí arriba
Se
la ve desbordar
Sus
ondas caldeadas
Hacia
la falda donde el monte
Inicia
su inocencia ociosa
Tumbadas
y abrazadas en el tiempo
La
ciudad y la luz
Sin
cesar se digieren una a otra
Por
fin entiendo que un verano
Tanto
tiempo esperado ha vuelto así
El
cielo y la babel mezclan sus aires
Bellamente
viciada
La
rubia luz espesa
Unta
las coyunturas
A
su nivel es donde el mundo es uno
Hundidos
en su dulce aceite
Nos
deslizamos fuera de su ligadura
Al
nivel de una miel
Donde
amor y cimiento
Giran
uno en el otro sin fractura.
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