Metamorfosis
Luis G.
Urbina
Era un
cautivo beso enamorado
de una mano
de nieve que tenía
la
apariencia de un lirio desmayado
y el
palpitar de un ave en agonía.
Y sucedió
que un día,
aquella mano
suave,
de palidez
de cirio,
de languidez
de lirio,
de palpitar
de ave,
se acercó
tanto a la prisión del beso,
que ya no
pudo más el pobre preso
y se escapó;
mas, con voluble giro,
huyó la mano
hasta el confín lejano,
y el beso,
que volaba tras la mano,
rompiendo el
aire se volvió suspiro.
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