Fiera de amor, yo sufro hambre de corazones...
Delmira Agustini
Fiera de amor, yo sufro hambre
de corazones
de palomos, de buitres, de
corzos o leones,
no hay manjar que más tiente, no
hay más grato sabor,
había ya estragado mis garras y
mi instinto,
cuando erguida en la casi ultratierra
de un plinto,
me deslumbró una estatua de
antiguo emperador.
Y crecí de entusiasmo; por el
tronco de piedra
ascendió mi deseo como fulmínea
hiedra
hasta el pecho, nutrido en nieve
al parecer;
y clamé al imposible corazón...
la escultura
su gloria custodiaba serenísima
y pura,
con la frente en Mañana y la
planta en Ayer.
Perenne mi deseo, en el tronco
de piedra
ha quedado prendido como
sangrienta hiedra;
y desde entonces muerdo soñando
un corazón
de estatua, presa suma para mi
garra bella;
no es ni carne ni mármol: una
pasta de estrella
sin sangre, sin calor y sin
palpitación...
¡Con la esencia de una
sobrehumana pasión!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario