Besos
Tomás Segovia
Mis besos lloverán sobre tu
boca oceánica
primero uno a uno como una
hilera de gruesas gotas
anchas gotas dulces cuando
empieza la lluvia
que revientan como claveles
de sombra
luego de pronto todos juntos
hundiéndose en tu gruta
marina
chorro de besos sordos
entrando hasta tu fondo
perdiéndose como un chorro en
el mar
en tu boca oceánica de oleaje
caliente
besos chafados blandos anchos
como el peso de la plastilina
besos oscuros como túneles de
donde no se sale vivo
deslumbrantes como el
estallido de la fe
sentidos como algo que te
arrancan
comunicantes como los vasos
comunicantes
besos penetrantes como la
noche glacial en que todos nos abandonaron
besaré tus mejillas
tus pómulos de estatua de
archilla adánica
tu piel que cede bajo mis dedos
para que yo modele un rostro
de carne compacta
idéntico al tuyo
y besaré tus ojos más grandes
que tú toda
y que tú y yo juntos y la
vida y la muerte
del color de la tersura
de mirada asombrosa como
encontrarse en la calle con
uno mismo
como encontrarse delante de
un abismo
que nos obliga a decir quién
somos
tus ojos en cuyo fondo vives
tú
como en el fondo del bosque
más claro del mundo
tus ojos que tú no conoces
que miran con un gran golpe
aturdidor
y me inmutan y me obligan a
callar y a ponerme serio
como si viera de pronto en
una sola imagen
toda la trágica indescifrable
historia de la especie
tus ojos de esfinge virginal
de silencio que resplandece
como el hielo
tus ojos de caída durante mil
años en el pozo del olvido
besaré también tu cuello liso
y vertiginoso como un tobogán inmóvil
tu garganta donde la vida se
anuda como un fruto
que
se puede morder
tu garganta donde puede
morderse la amargura
y donde el sol en estado
líquido circula por tu voz y tus venas
como un cogñac ingrávido y
cargado de electricidad
besaré tus hombros
construidos y frágiles como la ciudad
de Florencia
y tus brazos firmes como un
río caudal
frescos como la maternidad
rotundos como el momento de
inspiración
tus brazos redondos como la
palabra de Roma
amorosos a veces como el amor
de las vacas por los terneros
y tus manos lisas y buenas
como cucharas de palo
tus manos incitadoras como la
fiebre
o blandas como el regazo de
la madre del asesino
tus manos que apaciguan como
saber que la bondad existe
besaré tus pechos globos de
ternura
besaré sobre todo tus pechos
más tibios que la convalescencia
y que pesan en el hueco de mi
mano como la evidencia
en la mente del sabio
tus pechos pesados fluidos
tus pechos de mercurio solar
tus pechos anchos como un
paisaje escogido definitivamente
inolvidables como el pedazo
de tierra donde habrán
de enterrarnos
calientes como las ganas de
vivir
con pezones de milagro y
dulces alfileres
que son la punta donde de
pronto acaba chatamente
la fuerza de la vida y sus
renovaciones
tus pezones de botón para
abrochar el paraíso
de retoño del mundo que echa
flores de puro júbilo
tus pezones submarinos de
sabor a frescura
besaré mil veces tus pechos
que pesan como imanes
y cuando los aprieto se
desparraman como el son
en los trigales
tus pechos de luz materializada
y de sangre dulcificada
generosos como la alegría de
aceptar la tristeza
tus pechos en donde todo se
resuelve
donde acaba la guerra la duda
la tortura
y las ganas de morirse
besaré tu vientre firme como
el planeta Tierra
tu vientre de llanura emergida
del caos
de playa rumorosa
de almohada para la cabeza
del rey después de entrar a saco
tu vientre misterioso cuna de
la noche desesperada
remolino de la rendición y
del deslumbrante suicidio
donde la frente se rinde como
una espada fulminada
tu vientre montón de arena de
oro palpitante
montón de trigo negro
cosechado en la luna
montón de tenebroso humos
incitante
tu vientre regado por los
ríos subterráneos
donde aún palpitan las
convulsiones del parto de la tierra
tu vientre contráctil que se
endurece como un brusco
recuerdo que se coagula
y ondula como las colinas
y palpita como las capas más
profundas del mar océano
tu vientre lleno de entrañas
de temperatura insoportable
tu vientre que ruge como un
horno
o que está tranquilo y
pacificado como el pan
tu vientre como la superficie
de las olas
lleno hasta los bordes de mar
de fondo y de resacas
lleno de irresistible vértigo
delicioso
como una caída en un ascensor
desbocado
interminable como el vicio y
como él insensible
tu vientre incalculadamente
hermoso
valle en medio de ti en medio
del universo
en medio de mi pensamiento
en medio de mi beso auroral
tu vientre plaza de todos
partido de luz y sombra y
donde la muerte trepida
suave al tacto como la
espalda del toro negro de la muerte
tu vientre de muerte hecha
fuente para beber la vida
fuerte y clara
besaré tus muslos de catedral
de pinos paternales
practicables como los
postigos que se abren sobre
lo desconocido
tus muslos para ser
acariciados como un recuerdo pensativo
tensos como un arco que nunca
se disparará
tus muslos cuya línea
representa la curva del curso de los tiempos
besaré tus ingles donde anida
la fragilidad de la existencia
tus ingles regadas como los
huertos mozárabes
translúcidas y blancas como
la vía láctea
besaré tu sexo terrible
oscuro como un signo que no
puede nombrarse sin tartamudear
como una cruz que marca el
centro de los centros
tu sexo de sal negra
de flor nacida antes que el
tiempo
delicado y perverso como el
interior de las caracolas
más profundo que el color
rojo
tu sexo de dulce infierno
vegetal
emocionante como perder el
sentido
abierto como la semilla del
mundo
tu sexo de perdón para el
culpable sollozante
de disolución de la amargura
y de mar hospitalario
y de luz enterrada y de
conocimiento
de amor de lucha a muerte de
girar de los astros
de sobrecogimiento de hondura
de viaje entre sueños
de magia negra de
anonadamiento de miel embrujada
de pendiente suave como el
encadenamiento de las ideas
de crisol para fundir la vida
y la muerte
de galaxia en expansión
tu sexo triángulo sagrado
besaré
besaré besaré
hasta hacer que toda tú te
enciendas
como un farol de papel que
flota locamente en la noche.
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