Llovizna
Arde la piel y buscan todas tus caricias
los encendidos arrebatos de su piel
y las estrellas vigilantes vieron frías
angosta estela de la barca en que se fue.
A veces piensas que le olvidas y te
animas
algunas otras, no lo puedes resistir,
lo cierto es que el dolor te rodeo con sus
espinas
y tu tan solo no volviste a sonreír.
Recordaras otras estrellas, otros cielos
hasta otras noches más gratas recordaras
y entre el constante ir y venir de los
recuerdos
te va empujando la marea por donde vas.
A dónde irás para escaparte de ti misma
qué blanca arena sanará tu corazón,
yo solo sé de oscuridades de lloviznas
luego depuse de todo siempre brilla el
sol.
Así es amar, querida mía sin esperanza
por eso el alma sólo se entrega una vez,
después la vida nos traiciona la
confianza
y uno no vuelve a ser aquello que un día
fue.
Y fluya el dulce melodioso de tu llanto
suspiro y viento que agitan al corazón
porque llorando se remiendan los
quebrantos
y la sal cura las heridas que ha sufrido
la ilusión;
por eso el mar es el refugio de los
tristes
por eso el cielo azul no cabe en mi canción
esta canción que sólo quiere ser llovizna
que se derrame venturosa refrescando tu
dolor.
Recordaras otras estrellas, otros cielos
hasta otras noches más gratas recordaras
y entre el constante ir y venir de los
recuerdos
te va empujando la marea por donde vas.
A dónde irás para escaparte de ti misma
qué blanca arena sanará tu corazón
yo sólo sé de oscuridades de lloviznas
luego después de todo siempre brilla el
sol.
Fernando Delgadillo
De
vuelos y de sol
1995
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